Transición energética: compromiso alto, avance aún incipiente.
Aunque el mundo ya se ha volcado al cambio, los combustibles fósiles siguen aportando el 86,7% del suministro energético global.
Viento de cola para la fotovoltaica.
La demanda de plata del sector solar se proyecta de 198 Moz en 2024 a 557 Moz en 2029 —un salto de 2,8 veces. No es casualidad: es NECESIDAD tecnológica.
Por qué esto debería importar a tu cartera
- Demanda en aceleración. La transición energética no ocurre sin plata. A medida que los países intensifiquen sus programas de energía limpia, el consumo del metal se acelera.
- Brecha de oferta. La producción está estancada —e incluso retrocede en algunos líderes como México—, creando un déficit estructural que podría persistir.
- Doble papel del metal. La plata combina resguardo en periodos de incertidumbre con su rol de insumo crítico en las tecnologías del futuro.
Oferta rígida, demanda en auge.
El empuje de la energía solar añade una presión sin precedentes sobre un mercado con capacidad limitada de respuesta por el lado de la oferta.
Idea fuerza.
Más que una apuesta táctica, exponerse a la plata es posicionarse ante el nuevo mapa energético que ya se está dibujando.